jueves, 17 de abril de 2014

Conflictos de hij@s:puede pasar...

Tener conflictos en casa, algún nivel de dificultad en la relación con nuestros hij@s cualquiera sea su edad, es algo que “a cualquiera le puede pasar”.
Los atrapamientos  de los más chicos en la virtualidad,  las idas y venidas del rendimiento escolar, los largos y muchas veces tortuosos períodos de crisis de la adolescencia, por citar algún ejemplo, no son situaciones que le ocurren solamente a padres y madres ausentes como suele tendenciosamente llamárselos.Por el contrario, cualquier persona de este mundo que se aventure a la experiencia de dar vida y ayudar a crecer, puede  verse envuelta en/por alguno de estos y otros potenciales conflictos .
Cuando estas cosas nos ocurren, más allá de que siempre resulta saludable y fructífero preguntarse y asumir  una actitud positivamente autocrítica en el ejercicio de una función de tan vital magnitud, es importante sin embargo, sacarse de encima la sensación opresiva y muchas veces paralizante de la culpa. Ya que debido a su condición humana, los padres inevitablemente cometen errores; lo que importa es sobreponerse, corregir  lo que sea necesario, y seguir.
Acompañar a un hijo/a hasta las puertas mismas de salida hacia su propia vida, puede consistir en un largo camino, muchas veces más prolongado aún de lo que creíamos, en cuyo trayecto situaciones insólitas, que jamás hubiésemos imaginado como posibilidad en nuestras vidas o en las de ellos, pueden suceder.
Sobre todo cuando nos adentramos en las arenas movedizas de la adolescencia, ese territorio sobre el que se habla y escribe mucho, pero que suele revelarse como desconocido, inesperado y diferente en cada un@.
 Todo eso llevado al HOY. HOY, con mayúsculas, sí, porque se trata de una época en la cual el entorno con sus usos y costumbres influye de modo decisivo y complejo, imponiendo hábitos, códigos, que marcan fuertemente el SER de cada edad .
Multiplicidad de factores que interviene a su vez en los padres y  madres sumiéndolos  en estados de desconcierto y desorientación en lo que tiene que ver con el ejercicio de su función materna y paterna.
Recetas no hay, lo sabemos. Acompañar  a crecer. He ahí  una consigna princeps de todo padre o madre. Animársele a esos territorios  en los que hay que descubrir de qué se trata, como moverse frente a cada situación.
Poner límites cuando es necesario, disponerse a un diálogo que intente mantenerse en pie a pesar de las rispideces que de acuerdo a cada etapa,  puede ser enorme. Aún cuando parezca que   se trata de una crisis interminable, de la cual nunca se va a emerger.
Si bien todo ser humano requiere si o si del tránsito por ese camino de construcción de si mismo, inventarse, producirse como sujeto, encontrar su propio y particular arte de vivir, hace falta reconocer que constituye este un proceso difícil, que conlleva etapas de tensión en el vínculo entre padres e hijos.
Lo cual supone también todo un trabajo mental y emocional de parte de los padres, en la búsqueda de una apertura en su manera de pensar en las distintas crisis vitales que  se van sucediendo  en la crianza.
Este blog y esta página,así como los talleres que comenzaremos próximamente, se ofrecen como un espacio que pueda actuar como red de intercambio y soporte entre sus participantes, que brinde amortiguación y  acompañamiento en esta  tarea de acompañar a nuestros hijos en su crecimiento.
 Quedan tod@s invitados a participar.
 Muchas gracias por la lectura. 

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