Este próximo sábado hacemos el cierre del trabajo en los talleres de este año. Te espero para que reflexionemos junt@s, sin estereotipos ni preconceptos, acerca del efecto que ejerce el ambiente social sobre el/la adolescente en tránsito de crecer.
miércoles, 12 de noviembre de 2014
sábado, 11 de octubre de 2014
¿De qué se trata el proceso de crecimiento que está atravesando mi hijo/a adolescente?
Hola! Como vinimos haciendo a lo largo de los meses anteriores, te vuelvo a invitar a compartir juntos este espacio de encuentro y reflexión.
En esta ocasión, volvemos con el taller para padres y madres, con la temática que podrás leer en la gráfica a continuación.
Aprovechá y anotate si todavía no te le animaste a la experiencia. Mirá que por este año nos queda el taller de octubre, uno más en noviembre acerca de adolescencia y contexto social actual, y después, a esperar hasta el año que viene, cuando volvamos a arrancar con todo en el mes de abril...
En este próximo de octubre, vamos a tratar de situarnos, para entender, y a partir de allí poder acompañar mejor a nuestros hijos/as, en lo que podríamos llamar el ojo del huracán!
¿De qué se trata?¿En qué consiste toda esa revolución que observamos suceder en nuestro adolescente, y frente a la cual las más de las veces no sabemos de qué forma ubicarnos, qué decir, qué hacer?
En suma, cómo y de qué maneras posicionarnos como adultos y padres frente a este enorme movimiento sísmico del acontecer humano en el que en buena medida consiste la adolescencia.
Así que, ya sabés. Si sos una mamá o papá atravesando esta difícil circunstancia,estás invitada/o.
A compartir preocupaciones, experiencias, a acompañar/ acompañarte, buscando entre todos/as herramientas posibles para este tránsito complejo por una etapa vital que toma su tiempo,tiempo en el que un espacio con otros en el mismo intento pueda quizá hacer alguna diferencia para mejor estar/ atravesar /crecer/ vivir.
A pie de página tenés los datos para comunicarte preguntar cualquier duda o inquietud.
Nos vemos el 21-10!!!!
En esta ocasión, volvemos con el taller para padres y madres, con la temática que podrás leer en la gráfica a continuación.
Aprovechá y anotate si todavía no te le animaste a la experiencia. Mirá que por este año nos queda el taller de octubre, uno más en noviembre acerca de adolescencia y contexto social actual, y después, a esperar hasta el año que viene, cuando volvamos a arrancar con todo en el mes de abril...
En este próximo de octubre, vamos a tratar de situarnos, para entender, y a partir de allí poder acompañar mejor a nuestros hijos/as, en lo que podríamos llamar el ojo del huracán!
¿De qué se trata?¿En qué consiste toda esa revolución que observamos suceder en nuestro adolescente, y frente a la cual las más de las veces no sabemos de qué forma ubicarnos, qué decir, qué hacer?
En suma, cómo y de qué maneras posicionarnos como adultos y padres frente a este enorme movimiento sísmico del acontecer humano en el que en buena medida consiste la adolescencia.
Así que, ya sabés. Si sos una mamá o papá atravesando esta difícil circunstancia,estás invitada/o.
A compartir preocupaciones, experiencias, a acompañar/ acompañarte, buscando entre todos/as herramientas posibles para este tránsito complejo por una etapa vital que toma su tiempo,tiempo en el que un espacio con otros en el mismo intento pueda quizá hacer alguna diferencia para mejor estar/ atravesar /crecer/ vivir.
A pie de página tenés los datos para comunicarte preguntar cualquier duda o inquietud.
Nos vemos el 21-10!!!!
sábado, 6 de septiembre de 2014
¿Me servirá de algo participar de un taller para padres de adolescentes?...
Vivimos en una época difícil en lo que se refiere a un espacio-tiempo
para las interracciones humanas.
Las relaciones entre padres e hij@s, además de estar atravesadas por las
idas y venidas en la comunicación propias del vínculo en sí, quedan
también sujetas al obstáculo extra que generan las fuertes presiones
socio culturales y económicas del entorno, que instaladas en lo cotidiano, determinan en
muchos casos, y sin que nos demos cuenta, una tendencia a desimplicarnos de
nuestro campo de intereses personales, incluso de las personas más próximas y
queridas.
Nuestros adolescentes también se ven, elíjanlo o no, lanzados a
convivir con un medio que por un lado los abre a una globalidad de
posibilidades, a la vez que los expone a una serie de situaciones y estímulos
frente a los cuales, por su maduración aún en proceso, no siempre pueden
reaccionar de manera suficientemente autoprotectora.
De ahí la necesidad de abrir espacios a la reflexión dentro de cada un@,
en los cuales intentar pensar nuestro rol como madres y padres de adolescentes
que tienen que vivir inmersos en la realidad que les toca para que esta
realidad no sea vista por nosotros mismos como algo que solo nos sucede, frente
a lo cual no se puede hacer más que padecerlo y permitir que afecte nuestra
vida y nuestros vínculos...
Los padres y las madres, seres humanos al fin, también pasamos por distintas crisis vitales y
situacionales, y necesitamos, en las distintas etapas evolutivas de nuestros
hij@s, transitar por replanteos y aperturas en nuestra manera de pensar para
ayudarlos a crecer mejor a ell@s y para que esa etapa capital de la
metamorfosis de niño en adulto, como lo es la adolescencia, transcurra de la
manera más acompañada y sostenida posible.
Un grupo de reflexión es un espacio de encuentro y pensamiento entre
personas. En el caso del que estamos hablando, entre madres y padres que
atraviesan por la etapa de adolescencia de sus hijos.
El solo hecho de compartir experiencias, situaciones y dificultades experimentadas en este camino, y descubrir al escucharlas que son muy similares a las que les ocurren a los demás, ayudarse mutuamente a entenderlas, pensar juntos alternativas posibles, es sumamente aliviante de por sí, y potenciador de recursos para una mejor convivencia familiar en una etapa que tanto pone a prueba los vínculos.
Como herramienta en sí, es aplicable a distintas problemáticas humanas, siendo particularmente útil en aquellos temas en los que existe un punto de entrecruzamiento marcado entre lo personal y lo social, como lo es, en la época actual, el campo referido a la interacción adolescente-padres-sociedad.
El solo hecho de compartir experiencias, situaciones y dificultades experimentadas en este camino, y descubrir al escucharlas que son muy similares a las que les ocurren a los demás, ayudarse mutuamente a entenderlas, pensar juntos alternativas posibles, es sumamente aliviante de por sí, y potenciador de recursos para una mejor convivencia familiar en una etapa que tanto pone a prueba los vínculos.
Como herramienta en sí, es aplicable a distintas problemáticas humanas, siendo particularmente útil en aquellos temas en los que existe un punto de entrecruzamiento marcado entre lo personal y lo social, como lo es, en la época actual, el campo referido a la interacción adolescente-padres-sociedad.
jueves, 31 de julio de 2014
Talleres de agosto: para padres, madres, y también para jóvenes!
lunes, 14 de julio de 2014
NO ESTGMATICEMOS EL PROCESO ADOLESCENTE NI A LOS JOVENES QUE LO ESTAN VIVIENDO
En lo que se refiere a autores que hablan, trabajan y escriben sobre
adolescencia desde el psicoanálisis, hemos citado a varios a los que podríamos
llamar “los clásicos” a lo largo del
desarrollo de estas páginas.
Autores como F. Dolto, D. Winnicott, E. Erikson, el mismo
Freud, cuando habla de las metamorfosis de la pubertad en tres ensayos de teoría
sexual, son aquellos a quienes les debemos el haber llegado a conocer la
adolescencia tal como se la considera en la actualidad, un período específico
del crecimiento humano, cuyas características propias se ocuparon de estudiar y
transmitirnos, y son los fundamentos teóricos que nos guían en la comprensión
de esta etapa.
Sin embargo, cierto es que estos basamentos que sirven para
entender el devenir y la psiquis
adolescente, requieren que los sigamos pensando y aclimatando a las realidades
que marca la actualidad de época, aquella a la que solemos aludir en esta
página, en el blog y en los talleres,
como el HOY, así, con mayúsculas, ya que la idea de niñez y de adolescencia
varía en los diferentes tiempos y espacios sociales y la producción de
subjetividad es distinta en cada momento y en cada contexto.
En esta ocasión voy a
privilegiar dos emergentes entre los múltiples aspectos que podríamos
considerar de este HOY.
Uno de ellos es cierto fenómeno que se observa en los
adolescentes actuales de una preeminencia de la acción por encima de la
formación de síntomas pasibles de causar
angustia y por ende una pregunta o un comienzo de búsqueda de resolución de la
misma.
Esto implica que en
contrapartida con el consejo que suele
dárseles: “ pensá antes de actuar”, todo el proceso de estructuración psíquica
que en esencia se encuentra atravesando un adolescente,lo lleva más allá de las pregnancias de época ,desde
todos los ángulos que hacen a su interior ( emocional, intelectual, pulsional) a actuar primero y en todo caso, reflexionar
después.
Podríamos decir que este proceso se encuentra sobreacentuado
y potenciado por una cultura que
privilegia lo efímero, la importancia de satisfacer YA, en lo posible sin espera
ni mediatización alguna.
Se trata de un aspecto importante, ya que acarrea en
ocasiones, situaciones de potencial dificultad y riesgo para los adolescentes mismos y también para
sus padres quienes se ven inmersos en la inmensa tarea de buscar la manera de
ayudar a su adolescente a transformar en pensamiento, reflexión, y pregunta,
aquello que solo tiende a ser actuado.
En este sentido, los padres y las madres se ven convocados
al que probablemente sea el momento de más difícil trabajo en el ejercicio de
su función, desafiados a llevar adelante su tarea de acompañar a crecer en un
tiempo histórico-social en el que la función parental se enfrenta a múltiples obstáculos, no tanto o no solamente por las historias personales, sino que
fundamentalmente, por el fogoneo social constante que aturde y desorienta tanto a hijos como
a padres.
Por tales razones sería necesario llegar a considerar que
en esa franja que existe entre la frase que suele oirse entre los adultos
cuando se focaliza en la supuesta pasividad y facilismo adolescente: “¡No se hace cargo de nada!” Y otra situada en el extremo opuesto: “Es
chico aún, no es responsable” haría falta buscar el punto de equilibrio para no
caer en maniqueísmos ni rotulaciones.
Acompañár, palabra
clave en lo que se refiere al rol de los padres en esta etapa, a que su joven hija/o
pueda implicarse en sus actos, encontrándole sus significaciones, nombrándolas para sí mismo,
y midiendo las consecuencias.
El otro aspecto que me interesaba considerar con ustedes es cierta
tendencia a ver como signos de patología o enfermedad psíquica, con la concomitante posibilidad de
medicalización que este enfoque conlleva, situaciones adolescentes que las más
de las veces tienen que ver con la conflictividad propia del período y un
devenir al que habría que dar tiempo que ocurra.
En este sentido, nos cabe a los profesionales del área de la
salud que trabajamos con adolescentes, una reflexión de similares
características a la que señalábamos más arriba en referencia a los padres: acerca
de la importancia de llevar adelante a través del trabajo terapeútico la tarea
de escuchar, y acompañar a abrir preguntas que ayuden a los adolescentes a
implicarse con su responsabilidad y protagonismo frente a sus propias vidas
dando el tiempo y la contención necesarias para que ese proceso encuentre el
ambiente favorable que le permita llevarse a cabo.
A consecuencia de estas y otras observaciones, el Forum
Infancias ( Bs As) dio a conocer en el año 2011, en el contexto de una campaña
internacional, el texto de lo que llamaron el “Manifiesto por un abordaje
subjetivante del sufrimiento psíquico”, el cual fue firmado, recibió y recibe
aún hoy una gran cantidad de adhesiones de instituciones y profesionales del
área de la salud de la República Argentina y el mundo, y el cual vale la pena
leer.
Expresan allí que es necesario tomar posición respecto de un
aspecto clave del derecho a la salud, en particular en el campo de la salud
mental, en la que se observa una tendencia creciente a la patologización y
medicalización de la sociedad, en especial de niños y adolescentes (práctica
que es muy diferente a la de medicar criteriosamente cuando resulta
imprescindible).
Varios autores psicoanalíticos contemporáneos advierten
sobre esta tendencia, entre ellos, por mencionar a alguien que se ha ocupado en los últimos tiempos del tema, Gabriela Insúa en su libro “No patologizar la adolescencia” ( Letra
Viva, 2012) hace lo que ella llama “ un pedido o
tal vez un llamado, un grito, a una cultura y su época que desde los distintos
escenarios y actores que la conforman nombra con premura y con una
irresponsabilidad desconcertante, como patológicos, como diagnosticables, los
modos de transcurrir adolescentes, sepultando
así lo que de producción subjetiva poseen.”
Llegado este punto, vale la pena aclarar que este blog y
esta página, adhieren a una mirada que intenta ser comprensiva y no
estigmatizante del proceso adolescente, sin etiquetas simplificantes ni
reduccionismos, ya que consideramos que un adolescente es alguien que se
encuentra librando un complejo y arduo combate consigo mismo y con sus propios
impulsos, y necesita ser ayudado en esa tarea, tanto por sus padres, por su
entorno de adultos significativos, como por los profesionales que eventualmente
le brindasen asistencia terapeútica si la llegase a requerir.
Para terminar: ¡es
cierto!¡ Es muy incómoda la etapa adolescente!
Para todos aquellos
que se ven involucrados en ella. Los adolescentes en mutación que la
atraviesan, sus desorientados padres y madres, los profesionales intervinientes;
hamacándose juntos en ese borde tan difícil e inquietante de sostener que en
ocasiones elige transitar el adolescente.
Pero ¡ánimo! Como decía uno de los grandes iluminadores del acontecer adolescente, D. W. Winnicott: “Todos preguntan cuál
es la solución. Personas importantes proponen varias respuestas alternativas,
pero lo cierto es que no hay solución alguna, salvo que cada adolescente de uno
u otro sexo crezca y madure con el tiempo hasta hacerse adulto”.
Bibliografía
-
El adolescente cautivo- Rubén D. Gualtero y
Asunción soriano- ed Gedisa- 2013
-
No patologizar la adolescencia. Gabriel Insúa-
ed Letra Viva- 2012
-
Reportaje de la revista imago agenda a Gabriela
Insúa - Junio 2014
-
Winnicott D. W. La adolescencia- 1960
-
Manifiesto por un abordaje subjetivante del
sufrimiento psíquico en niños y adolescentes- Forum Infancias- Junio 2011
|
sábado, 7 de junio de 2014
Taller sobre diálogo con hijos/as adolescentes, el 17 de junio!
Aquí les dejo la invitación al próximo taller para padres del 17 de junio.
Vamos a trabajar esta vez acerca del diálogo con nuestros hijos/as adolescentes.
¡Anótense!
( Les sugiero que lean para ayudar a su decisión de participar, el artículo anterior a este, llamado " Lo social/ LAS TRAMAS/ los talleres de reflexión" y/o el del 7-4-14," Para qué sirve participar de un taller para padres de adolescentes?")
Los/las espero!
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lunes, 2 de junio de 2014
Lo social / LAS TRAMAS / los talleres de reflexión ...
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Por Mónica I. Rodríguez
El lunes por la tarde, participé como colaboradora de un taller para padres en una escuela de CABA.
Un taller de reflexión suele ser un espacio en el cual los conceptos
se trabajan desgranándolos, casi como si
se los ” amasara”, hasta que llegan al
punto de encuentro con las realidades más concretas que se pretenden tratar
allí.
Así sucedió también en este taller, del cual me interesaría
comentarles, el trabajo que se llevó a cabo con el por todos conocido y
sinnúmero de veces redefinido, concepto de familia.
En uno de los momentos del desarrollo de su exposición, la
coordinadora (1) pregunta a los padres y madres allí presentes: ¿Para ustedes,
qué es una familia?
Una de las participantes suelta:- ¡Un conjunto de seres que
se aman!- . Lo dice entre risas, quizá consciente de la simplificación
implícita en su expresión (todos lo sabemos: los seres que se aman también
discuten y tienen diferencias…)
Afecto, contención sueltan otros, y demás términos por el
estilo: Hasta que quien coordina nuevamente toma la palabra y dice: una familia
es una red de vínculos, un entramado; y menciona también que los miembros que
forman parte de esa familia- entramado son sostenidos por- se sostienen en esa
red. Grafica su explicación con un dibujito en el pizarrón que era más
o menos así:

Esta definición si se quiere simple, clara, directa, me
despertó un grado de curiosidad suficiente como para seguir pensando en y a
partir de ella.
Sus fundamentos teóricos pueden remitirse, entre otros
conceptos, al de trama vincular humana de E. Pichon- Riviere, para quien el
vínculo es una estructura compleja, multidimensional y absolutamente
imprescindible, que permite que se constituya y sostenga nuestro proceso de
subjetivación humana a lo largo de toda nuestra vida.
Creo que pensar a una familia como un entramado en el cual
los miembros se sostienen entre sí a través de funciones diversas, abre a un
enorme potencial de movilidad, ya que desde esta idea, una familia nunca sería
algo que “ ya está”, sino que tal como cuando se realiza un tejido, primero se
ponen los puntos, para luego empezar a entretejer la trama, y muchas veces se
deshace parte de lo hecho para volver a hacerlo
y que quede mejor…
Para el diccionario, un entramado, es un conjunto de cosas
materiales o inmateriales unidas o relacionadas entre sí. Puede ser un armazón
de hierro o madera que sirve para sostener una obra de albañilería, un conjunto
de ideas, sentimientos u opiniones que se entrecruzan en un texto, o como
decíamos recién un determinado tejido de hilo, lana o algún otro material.
Una red visible que alude a esa otra red, invisible, o quizá
no tangible, la de los vínculos humanos, que es la que aquí nos interesa.
El interés de resaltar el hecho de que sostenemos nuestra
humanidad en/con/dentro de alguna TRAMA.
Tramas puede haber muchas. Así como hoy por hoy existen
distintos modelos de familia, (biparental, monoparental ,reconstituida o
ensamblada, homoparental… ) que conforman lo que suele llamarse la red
familiar, existen otros entramados muy importantes, como lo son las relaciones
de amistad por ejemplo, que en muchas ocasiones y momentos hacen las veces de
familia en nuestras vidas.
A su vez, la sociedad en la que estamos insertos conforma
esa red como decíamos no tanto invisible pero sí intangible, en la que/de la
que con mejores o menores recursos internos y externos intentamos sostenernos.
Un contexto que aporta o no lo suyo, ya sea que nos ofrezca
“sogas” más frágiles o consistentes con las cuales entretejer.
En este sentido, cabría tal vez preguntarnos hacia que
tiende respecto del armado de entramados nuestro contexto actual: ¿a la ligazón
o a la desligazón de los espacios
vinculares y colectivos?
Ya que, según sea la respuesta que nos demos, podría desembocar
o no en una siguiente reflexión: acerca de si convendría que desde nuestro
lugar individual, contribuyamos de la manera que a nuestra creatividad se le
ocurra, a todo aquello que tienda a recomponer y reforzar lo que ayuda a que se
arme red-trama-vínculo en nuestra vida.
Es en gran medida este propósito el que anima y otorga sentido a esta propuesta de talleres de reflexión;un objetivo primordial, detras del cual se despliegan todas las posibles mixturas que al experto/a puedan ocurrirsele; en nuestro caso, trabajar juntos para entender más y mejor el complejo vínculo con nuestros hijos/as adolescentes.
Y hacerlo a través de una red en la cual- de la cual sostenernos para no caer en
estados de retracción solitaria y aislamiento, como así también una red humana,
colectiva, SOBRE la cual caer ( en la mejor acepción que pueda ofrecer la
palabra) cuando hace falta pensar, recuperarse y rearmar nuestra TRAMA.
Para
nosotros y para los otros.
(1) La licenciada en psicología Claudia Abalos, coordinadora
del taller, es autora del libro “ El taller, un dispositivo para el encuentro y
la reflexión” de editorial La crujía, en el cual desarrolla ampliamente, entre otros, el concepto de redes y trama vincular..
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